Gerardo Sánchez García, presidente de la CNC, informó que el derecho a la alimentación es la primera reforma constitucional que aprueba el actual Congreso de la Unión con un total de 404 votos a favor, entre ellos los de 85 diputados federales cenecistas, quienes en el último día de sesiones se pronunciaron porque "el desarrollo rural integral y sustentable tendrá entre sus fines que el Estado garantice el abasto suficiente y oportuno de los alimentos básicos que la ley establezca".
Por ello, explicó, se adicionó un párrafo tercero al artículo cuarto, recorriéndose en el orden los subsecuentes, y un segundo párrafo a la fracción XX del artículo 27, ambos de la Constitución Política, lo cual, según el dictamen legislativo, no quiere decir que el Estado otorgue los alimentos, sino a que, basado en un desarrollo rural integral, garantice que no haya hambre ni desnutrición. Sánchez García indicó que un día antes se aprobó que el agua y su acceso a ella a nivel nacional es también un derecho de todos los mexicanos.
Al respecto, Alberto Jiménez Merino, secretario de Seguridad y Soberanía Alimentaria de la CNC, destacó que lo aprobado por el Congreso de la Unión resulta histórico si se considera que más de 40 millones de mexicanos registran algún grado de desnutrición, en tanto que la obesidad y sobrepeso afectan a más del 70 por ciento de los mayores de 15 años.
El diputado poblano dijo que, además, se pierde en forma muy acelerada el agua disponible para cada mexicano, que es la base de la producción alimentaria y es una preocupación el incremento de las importaciones alimentarias en perjuicio de la planta productiva nacional, el empleo y el ingreso de los mexicanos.
El exrector de la Universidad Autónoma de Chapingo agregó que durante los últimos 50 años ha disminuido de manera preocupante la disponibilidad de agua al pasar de 11 mil metros cúbicos por persona a 4,547, lo que significa más de la mitad.
Jiménez Merino sostuvo que lo aprobado por los legisladores tiene mucho que ver con la seguridad y soberanía ya que implica con un desarrollo rural integral que garantice la producción de alimentos.
Actualmente, concluyó, en México la importación de alimentos supera el 54 por ciento del consumo nacional; el 33 por ciento de las necesidades de maíz; 65 por ciento de trigo; 75 por ciento de arroz; y 95 por ciento de soya. Del 2008 a la fecha la importación de carne de bovino aumentó 440 por ciento; la de aves 280 por ciento; y de cerdo 210 por ciento.
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